Próxima generación de baterías triplicarán la autonomía
Investigadores de la Universidad de Stanford acaban de sacar a relucir la que podría ser la próxima generación de baterías para nuestros smartphones. Se trataría de unas baterías que emplean un escudo de carbono nanoscópico que evita las pérdidas energéticas y que conseguiría multiplicar por dos o por tres la duración de las piezas actuales.
Uno de los principales inconvenientes que todavía hoy presentan los smartphones es la duración de la batería. Las grandes pantallas y los procesadores súper potentes no son buenos aliados a la hora de proporcionar una autonomía de larga duración a los usuarios, sino más bien todo lo contrario. Y aunque muchos fabricantes ya han empezado a desarrollar sistemas de lo más innovadores (no hay más que ver el Ultra Power Saving Mode que Samsung ha instalado en su Samsung Galaxy S5 y que permite alargar la autonomía del equipo hasta 24 horas extra), las baterías de iones de litio que comúnmente se utilizan todavía resultan algo justas como para utilizarlas durante más de una jornada sin acudir a la carga. Pero las cosas podrían cambiar en un futuro no muy lejano.
Pero, ¿cuándo empezaremos a ver y probar estas baterías en los smartphones comerciales? Pues bien, parece que no muy tarde, porque un amplio ejército de técnicos e ingenieros ya están trabajando para dar a conocer las primeras baterías. Y es que uno de sus principales inconvenientes podría estar en el tamaño, razón por la que por ahora mismo no podrían ser instaladas en los dispositivos ultrafinos que tenemos en el mercado. En la actualidad, las baterías que podemos encontrar en cualquier equipo están compuestas por tres partes, de modo que el reto de los investigadores sería el de aglutinar todos sus componentes en un mismo espacio, consiguiendo que la célula en sí sea más potente y eficiente todavía. Lo que permite el escudo de carbono nanoscópico que encontraremos en estas baterías es aprovechar de una manera más razonable la cantidad de energía generada. De hecho, con los actuales modelos se desperdicia una gran cantidad de energía que sería definitiva para alargar hasta más de dos jornadas el funcionamiento de un smartphone.
El secreto está en la densidad del litio y en el escudo que mencionábamos, imprescindible para mantener la estabilidad de este producto químico. El mismo que se encarga de proporcionar energía al terminal. Las nuevas baterías durarían mucho más tiempo con carga y lo que es mejor, no se deteriorarían tan rápidamente, como ocurre con muchos terminales. Steven Chu, ingeniero que forma parte del proyecto que se desarrolla en la Universidad de Stanford y ex secretario de Energía en Estados Unidos, cree que los teléfonos móviles que incorporen estas baterías podrían duplicar y triplicar su autonomía, mientras que los fabricantes de automóviles podrían desarrollar coches eléctricos más económicos.