Consejos para elegir y comprar un monitor

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Consejos para escoger y comprar un monitor

Consejos para elegir y comprar un monitor

Nuestros consejos para comprar un monitor te ayudarán a escoger cuál es el modelo que mejor se ajusta a tus preferencias y necesidades. Hay monitores para todos los presupuestos y con tecnologías de visionado de distinta calidad, y por supuesto, podrás escoger la diagonal de pantalla que prefieras.

1: Tamaño en pulgadas

Cuando vayamos a comprar un monitor, si queremos ajustar el presupuesto al máximo, lo mejor es fijarnos en la gama de monitores que parten desde un mínimo de 21 pulgadas, con posibilidad de llegar hasta las 23 en función de las ofertas disponibles.
Si damos el salto a las 24 pulgadas ya se suele producir un salto de precio, y si disponemos de presupuesto (y espacio, claro está), los de 27 pulgadas son excelentes para no privarse de nada.
Pulgadas monitor
Por lo general, si el uso que vamos a dar al ordenador es normal (esto es, no reemplazar a la televisión en una habitación), con 21,5 pulgadas tendremos más que suficiente para disfrutar cómodamente del sistema operativo y cualquier programa.

2: Resolución

Estrechamente unido al tamaño de la pantalla nos encontramos con la resolución. Si buscamos obtener la mayor nitidez posible (sobre todo con películas), deberemos buscar modelos con resolución Full HD, esto es, 1.920 x 1.080 píxeles.
Resolución Full HD
Por el contrario, si este no es un aspecto que nos preocupe en exceso, bajando un poco también iremos servidor, pero suele merecer la pena el desembolso adicional (sobre todo cuanto mayor sea la pantalla).
Los modelos más potentes ya vienen con resoluciones aún mayores, perfectas para tareas de diseño gráfico.

3: Tipo de panel: ¿IPS, LED o LCD?

Otro factor que repercutirá en la calidad de visionado a la hora de comprar un monitor es el tipo de tecnología y panel incluido. LED es preferible a LCD, tanto por propiciar un menor consumo energético como por representar mejor los colores y fatigar menos la vista, ya que están retroiluminados y la luz no incide directamente sobre los ojos con igual intensidad.
Por su parte, si  el monitor cuenta con panel IPS el salto en fidelidad es considerable, aunque cueste más. Son claramente superiores a los de tipo TN+Film (todavía los más usados), y también nos encontramos con otras evoluciones superiores como Super PLS (Plane-to-Line Switching), desarrollada por Samsung, más caros pero con niveles de brillo y nitidez más realistas.

4: Conexiones

Las conexiones disponibles son fundamentales a la hora de escoger y comprar un monitor. A día de hoy, es irrenunciable que cuenten con al menos una entrada HDMI, plenamente digital y actualmente la que mejor calidad proporciona, además de ser la más utilizada por los nuevos aparatos electrónicis. Otra alternativa al HDMI y de calidad similar, aunque menos extendida, es DisplayPort.
Si queremos disfrutar de compatibilidad con dispositivos menos recientes, es interesante que cuenten con otro tipo de conexiones como DVI (digital, pero peor que HDMI) y VGA (analógica). Así, lo ideal sería que nuestro nuevo monitor dispusiese de al menos un HDMI y otro puerto DVI o VGA.
Conexiones
Por otra parte, tanto HDMI como DisplayPort cuentan con variantes «mini» (que pueden hacer que tengamos que recurrir a adaptadores o justo lo contrario), y si el monitor incorpora puerto MHL (Mobile High Definition Link) nos facilitará la conexión de dispositivos móviles compatibles como smartphones o tabletas.
Otro aspecto interesante, aunque menos frecuente fuera de la gama alta, es que se integre algún puerto USB para poder conectar memorias externas o algún tipo de periférico.
Por último, si el monitor incluye altavoces integrados, también dispondremos de algún minijack de audio para poder utilizarlo con auriculares o incluso conectar otra fuente de sonido externa.

5: Interpreta los niveles de brillo y contraste

El nivel de brillo del monitor viene indicado en cd/m2, y el valor mínimo al que debemos aspirar para no sacrificar la calidad son 250.
En cuanto al contraste, los fabricantes suelen indicar el dinámico (o artificial), pero es el contraste real el verdaderamente determinante. Por debajo de 1.000:1 la experiencia de uso se resiente.
Además, si pensamos jugar a videojuegos, el tiempo de respuesta ha de ser bajo para que las imágenes en movimiento no dejen mucha estela (mínimo 5 milisegundos).
Hasta hace poco había que fijarse con especial atención en estos tres valores, pero por lo general los monitores modernos parten ya de un mínimo aceptable y solo influyen si nos decantamos por comprar un monitor de gama alta.

6: Pantalla táctil y 3D

Windows 8 apostó de manera determinante por el control táctil, y aunque poder manejar el monitor con nuestras manos tiene sus ventajas, todavía se trata de una tecnología que encarece más de lo deseable el precio final. Por ello, a menos que se trate de algo irrenunciable, a la hora de comprar un monitor nos decantaremos por uno tradicional.
Monitor táctil
Algo parecido sucede con la pretendida revolución del 3D. Su aceptación ha sido muy baja y apenas ha terminado de arrancar, siendo además un aspecto que repercute demasiado en el dinero a desembolsar y que apenas se aprovecha.
Por ello, es mejor destinar los euros exigidos por lo táctil y las tres dimensiones a mejorar otro tipo de características, como el brillo o el tamaño.
En el caso de escoger un monitor táctil, es recomendable que cuente con al menos diez puntos de presión simultáneos y reconocimiento de gestos avanzados (similares a los de un smartphone o tableta, por ejemplo).

7: Atención a la ergonomía

Para terminar con nuestros consejos para escoger y comprar un monitor, conviene fijarse en las posibilidades de inclinación de su peana, para gozar de plena ergonomía y poder trabajar en posición cómoda. Las hay ajustables en altura, inclinación e incluso que permiten el giro.
Ergonomía

Fuente

 

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