El futuro de los smartwatches debe ir orientado a lo que enseñó Google ayer en su Google I/O y lo que están desarrollando en la Universidad de Darthmouth: a una mayor seguridad para nuestro smartphone y para nuestro día a día.
Durante el Google I/O, unas de las cosas que cobraron más protagonismo fueron los wearables, concretamente los que utilizarán Android Wear, el sistema operativo desarrollado por Google para estos dispositivos, y pudimos ver las primeras muestras de lo que nos depara el futuro, como Samsung Gear Live, el Moto 360 o el LG G Watch. Sin embargo, Google no es la única dedicada a esto, y como hemos podido ver en Technology Review, la gente en la Universidad de Darthmouth están también comprometidos en ayudar a ese futuro.
Los smartwatch deben aportar más beneficios para no convertirse en un estorbo, y la seguridad es el camino.
En Darthmouth han creado un dispositivo portátil que básicamente constará de cuatro pares electrodos alrededor de la muñeca. La razón de usar estos electrodos es debido a la resistencia eléctrica generada entre estos electrodos puede ser utilizado como una medida biométrica, siendo única para cada uno. Estas medidas ayudarán a identificar si el usuario es el que está usando el dispositivo dependiendo de las medidas tomadas por él, como el grosor de la piel, tamaño y longitud de los huesos o la composición corporal. Si el dispositivo identifica positivamente al usuario, transmite un código único de identificación para confirmar tu identidad.
¿Y a quién transmite dicho código de identificación? En el futuro podría ser cualquier cosa, desde tu smartphone, para no tener que depender de un código o patrón de desbloqueo (como ya vimos ayer en Google I/O), un cajero electrónico para sacar dinero, la cerradura de tu casa, la recogida de un paquete importante… Las posibilidades son infinitas para el futuro de los smartwatches. Concretamente, Cory Cornelius, investigador de Intel Labs que desarrolló esta tecnología siendo estudiante en Darthmouth, llegó a la misma idea del desbloqueo que ayer presentó Google: «Si llevo la pulsera puesta, mi teléfono se desbloquearía sin necesidad de PIN, o podría entrar en mi PC o proporcionar una forma de control de acceso».
Este dispositivo de Darthmouth funcionó con una precisión del 98%, algo bastante impresionante y un indicativo de que en el futuro podría ser aún más preciso. La parte mala de este dispositivo es que a largo plazo puede perder precisión por variables externas, ya que cosas como el envejecimiento, la pérdida de peso o una enfermedad podría cambiar las directrices establecidas por la muñeca del usuario, forzando a un recalibrado del dispositivo. Este es el futuro de los smartwatches, y no me podría parecer más correcto el camino, dado que aparte de indicar si tengo alguna notificación en mi móvil o no, debería también ayudar a mejorar mi seguridad de forma imperceptible, y que no se convierta en molesto.
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